sábado, 29 de mayo de 2010

EL NIÑO FRENTE A LA MUERTE






EL NIÑO FRENTE A LA MUERTE
Psicología frente a la muerte: Perder un ser querido hace que las personas inicien un proceso de duelo psicológico, que es necesario para que la persona regrese o se acerque a nuevamente a su estado basal.
El niño frente a la muerte: La idea que los niños tienen sobre la muerte y la forma de enfrentarla se modifica con la edad.
  • 0 a 2 años: Desconocen el concepto de muerte, sin embargo perciben la ausencia de su padre o madre. Son capaces de responder a cambios de rutina, de cuidadores y al caos familiar. Viven un duelo y lo manifiestan a través de conductas de protesta, desesperación y desapego.
  • 3 a 5 años: Apoyados en su pensamiento mágico y egocéntrico ven a la muerte como temporal y reversible, similar a dormir. Perpetúan la relación a través de rezos, cartas y conversaciones con el fallecido. En este sentido, quien ha fallecido "está en el cielo", y por lo tanto desean escribir y visitarle. Son frecuentes las preguntas: "¿Puede comer?, ¿Cómo respira debajo de la tierra?, ¿Va al baño?, ¿Me escucha?, ¿Cómo puede estar al mismo tiempo en la tumba y en el cielo?".
  • 6 a 8 años: La muerte se interpreta como un castigo, es como un "personaje" que te atrapa. En este sentido, logran identificarla como un hecho irreversible pero no universal, o sea no afecta a todos. Ante la muerte, es frecuente que se cuestionen que tan segura es la vida, y por lo tanto, suelen surgir preguntas como "¿Tú también te vas a morir?"

A esta edad hacen preguntas que pueden parecer morbosas a los adultos y que pueden motivar la consulta médica: "¿Me puedo quedar con la tele del papá?, ¿y que pasa con el cuerpo?, ¿se pudre?, ¿y cuanta sangre le salió?".

  • 9 a 12 años: Se adquiere la concepción adulta de la muerte; final, irreversible y universal. Pese a que comprenden el proceso biológico de la muerte, la viven como un hecho lejano para ellos y como un castigo por malos comportamientos. Destaca, a esta edad, mayor dificultad para comenzar a hablar del tema y una alta dependencia del padre sobreviviente.
  • 13 a 18 años: Pese a que perciben a la muerte como más cercana, enganchan con actividades de alto riesgo adoptando una actitud "inmortal". A esta edad se adquiere el interés "social" por la muerte y sus ritos.

Comentario: La perdida de un ser querido se torna como un evento traumático donde los niños tendrán una reacción o duelo según la edad en que se encuentren y su capacidad de interpretación de esta, por tanto no siempre serán visibles la tendencias al llanto, pues esta irán aumentando con la edad y comprensión o conciencia que el niño tenga de el significado que tenga la muerte. en ocasiones los niños mantendrán la esperanza de que el ser querido fallecido volverá, pueden llegar a fantasear con él e imaginar que juegan con él o que los abraza, crean como un amigo imaginario con el que siempre podrán hablar y contar con su compañía.

No obstante es necesario que el niño experimente ese duelo, que no se le niegue la oportunidad de vivirlo, de culminar su proceso, porque no se trata de ocultar o distraer su atencion ya que no elabolar los duelo puede en un futuro repercutir sobre su salud mental. Parte de su duelo es que el niño exprese sus emociones (rabia, pena, ansiedad, confusion, entre otras); hay que tener encuenta que los niños elaboran su duelo de manera diferente a los adultos y que pueda que en un principio pareciese no importarles o se comporten de forma egocentricas, sin embargo no quiere decir que no les importe, sino que es una forma de vivir su duelo y piden a gritos compañia por que se sienten tristes.

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